La propaganda organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza, “La Hora del Planeta”, grupo ambientalista que dice ser la organización más grande que existe en su ramo, y que aún la ONU es su miembro, la comisión Europea, USAID, Banco Mundial, y otras entidades burocráticas a nivel global, ha impactado las emociones de millones, cautivando su atención a través del miedo de los efectos del cambio climático, utilizando la desinformación con argumentos inexactos matizados con cierto nivel de hechos reales visibles en nuestro entorno natural.
Dicen que el motivo de este evento es para promover el ahorro de energía y los contaminantes derivados, aminorar la “contaminación lumínica”, eso es todo.
En mi caso, soy un ambientalista racional, motivado por mi interés personal de vivir en un mejor lugar, más limpio, menos contaminado, más amigable, convencido de mi responsabilidad en cuidar mi entorno, soy crítico severo de la irresponsabilidad obvia del deterioro causado tanto por individuos, grupos, comunidades, entidades de gobierno y empresas privadas, en la contaminación causado de forma irresponsable, tales como: contaminación de cuencas, ríos, fuentes hídricas, lagos, mares, desechos en todos sus estados, humo –desde cocinas domésticas, fogatas, autos, fábricas-, ruido en todas sus modalidades, tala innecesaria de árboles, etc.
En la práctica racional haciendo uso de mi responsabilidad ahorro energía en mi hogar, utilizando solamente las luces necesarias, bombillas especiales, aparatos más económicos, al conducir utilizo rutas más cortas, motores menos contaminantes, reciclo, ahorro agua utilizando llaves reducidoras, cuando no es indispensable no imprimo, y así podría enumerar muchas cosas más.
Eso sí, me resisto a ser manipulado, me resisto a renunciar a la razón, aceptando ciegamente argumentos inexactos, solo por que la mayoría ciegamente lo repite como verdad absoluta, que tienen el obvio interés en que grupos burocráticos ambientalistas cual religión mundial, de todo nivel tengan protagonismo, justificando así su existencia parasitaria, a través de manipulación de las mentes incautas de las masas con una serie de mentiras que parecen verdades.
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