sábado, 7 de marzo de 2009

Chávez...otra vez.


Tenía pensado iniciar éste artículo como “Los socialistas marxistas-leninistas son verdaderamente divertidos”, pero reflexionando más al respecto son verdaderamente malévolos, inmorales, inconsistentes, pues carecen de coherencia en sus planteamientos filosóficos, probablemente pragmáticos en el mejor de los casos, de por sí terrible, pues con tal de justificar sus fines, no les importa hacer lo que les convenga, en contra de toda moral, siempre y cuando no sean ellos los que paguen el precio, siempre lo tendrá que pagar alguien más, el pueblo.

 

Hojeando el diario Prensa Libre me detuve con la imagen de la personalidad histriónica de Hugo Chávez, dictador de Venezuela, foto en la cual está despotricando en contra de un grupo de sindicalistas que están amenazando con ir a la huelga por reclamos a mejoras salariales, dice el artículo:”…Chávez advirtió a los sindicatos del sector que ´no tolerará sabotajes´, como calificó las recientes amenazas de huelga en reclamo de mejoras salariales…exigió  a los dirigentes obreros y a los gerentes de esas plantas dejar atrás los ´vicios´ capitalistas y comprometerse con naciente estado socialista…” pueden leer el artículo completo.

 

Los socialistas, marxista-leninistas, son inconsistentes, incoherentes, además muestran un profundo desconocimiento de las actividades espontáneas de la acción humana, Chávez por supuesto no es la excepción. Tan ignorante de la economía de libre mercado y la acción humana de donde se deriva y su funcionamiento exitoso que dice que salvará las empresas de aluminio del desplome de los precios en el mercado mundial; tal vez pensará, es tan importante que están conspirando en su contra y de ahí se deriva el desplome del precio de tantos productos en el mundo, el fracaso de las empresas en Venezuela ante el marco de intervención socialista de controles, como de precios, producción, tasas de interés, cambiarios, salarios, expropiaciones, -va también para los mercantilistas- solo para hacerle daño a él y su sacrosanto proyecto socialista, ignora que el enemigo número uno es él mismo.

 

Parece que “las conquistas laborales” y sus exigencias como derechos a “salarios dignos”, “derecho a huelga”, “derechos a quebrar empresas”, “derechos a no ser explotados”, “derechos a conservar su ´plusvalía´”, “derecho a tener rehenes”,  “derecho a los derechos”,  tan difundidas por los “progres” en su activismo político solo tienen vigencia cuando son ellos lo que lo usan en contra de los “retrógrados” capitalistas.   Ahora Chávez como buen socialista-marxista-leninista recompone el significado de las palabras y a estos reclamos les llama “sabotajes” y haciendo gala del grado superlativo de cinismo lo llama “vicio del capitalismo”.

 

Cada ser humano evalúa las acciones que debe llevar a cabo, tratando de hacer más con menos, de hacer más con lo mismo, de hacer lo mismo con menos, o sea actúa observando su propio beneficio, interés propio, actúa económicamente. Cuando se reúne con alguien más para hacer alguna transacción, ya sea para comprar o vender lo hará buscando su propio beneficio, el que vende tratará de hacerlo al mejor precio, el que compra buscará el mejor precio, si el comprador o el vendedor no obtienen beneficio no habrá transacción, buscarán alguien más para hacer su transacción, acaso no actuamos así con nuestros propios recursos? Bien a eso se llama el mercado, no es un lugar sino una actividad, una práctica,  no es complicado comprenderlo, si esas transacciones las sumamos a nivel nacional serán actividades del mercado nacional, o mundial de ser el caso.

 

Cualquier individuo que ignore esta simplicidad fracasará en su intento de intercambiar con otros, así se trate de empresas de todo tipo o de gobernantes que se empecinen en llevar la contraria a estos principios elementales, es cuando decimos “el mercado compensará los usos y abusos”. Ejemplo: si un producto subió de precio, buscaré una alternativa, tal vez otro proveedor, o dejaré de usarlo por el momento o quizá para siempre.

 

El mercado compensará todas las necedades de Hugo Chávez, -Barack Obama, Álvaro Colom, Daniel Ortega, Evo Morales, sea quien sea- en sus intentos irracionales de intervenir y llevar la contraria del mercado espontáneo y sus leyes escritas en roca.  Mientras tanto como buen socialista-leninista-marxista no será él quien –de momento- sufrirá las consecuencias, sino el pueblo, luego será él quien caerá en desgracia, solo es cuestión de tiempo.