sábado, 22 de mayo de 2010

PRO REFORMA, la única opción, ¿hay otra?

Releyendo artículos de prensa de mi país, Guatemala, casi no encuentro nada alentador, vaya forma de ir a la cama, asuntos tales como: asesinatos, extorsiones, escándalos de altos funcionarios, anuncio de la primera dama de participar en las futuras elecciones presidenciales, a pesar que en el pasado lo negaron, tanto el presidente como ella misma, cada vez que el tema era tocado por corresponsables de prensa y, la violencia generalizada que es un gran desalentador para la vida emprendedora.

Además un diputado con aspiraciones presidenciales denuncia amenazas de muerte, otra diputada dura crítica del gobernante su esposa y entidades públicas acusados de actos de corrupción, también amenazada de muerte, el mismo Vice-Presidente sufrió una incontinencia verbal en un discurso y expresó su decepción por el comportamiento de muchos guatemaltecos de ser corruptos, mentirosos e hipócritas, tal declaración levantó una ola de opiniones, unos a favor, otros en contra, se me antojó imaginar que se refería a su convivencia con funcionarios y políticos y empresarios que gozan de privilegios mercantilistas.

He escrito en varias ocasiones como una catarsis o denuncia del sistema perverso en el que vivimos, como conviven políticos corruptos, funcionarios, empresarios cómplices con privilegios a expensas de los demás, mercantilistas, un sistema legal casi colapsado con un triste 2% de efectividad, con un cuerpo policiaco infiltrado y prostituido, esto a pesar de honrosas excepciones.

Nuestro empantanamiento es histórico, que los indígenas con sus guerras intestinas, que los conquistadores, que los oligarcas, que los terratenientes, en fin, una de interpretaciones históricas racionalizadas según el tamiz ideológico.

El sistema jurídico-político, sustentado en filosofía altruista, socialista, mística, basado en el paternalismo estatal, con una visión de “redistribuir” la riqueza vía impuestos confiscatorios, se convierte en el escenario ideal para la manipulación política de los guatemaltecos que viven casi en la miseria y todo termina en el mismo círculo vicioso.

Manejando una tarde, reflexionaba y me preguntaba: ¿Esto irá a cambiar algún día? ¿Qué opciones tenemos? Pensé, tal vez la única: Pro Reforma.

No hay comentarios: