martes, 21 de diciembre de 2010

Solsticio de invierno, eclipse lunar y la navidad.


El solsticio de invierno llegó, además la naturaleza nos obsequió un eclipse lunar, objetivamente es un evento astronómico que tiene que ver con la distancia entre el Sol con el plano ecuatorial terrestre, se puede calcular con exactitud asombrosa. Algunos fenómenos astronómicos afectan nuestro planeta y sus inquilinos, ejemplo la luna tiene efecto sobre la vida terrestre en mareas, siembra, nacimientos, niveles de fertilidad, comportamiento, etc.

Este evento marca el inicio oficial del invierno en USA; a través de la historia muchas culturas le han rendido especial atención, sin poder comprenderlo era inevitable dudar en la intervención divina, para muchas tradiciones es oportuno pedir el favor divino y esperar con certeza, en la actualidad aún hay ritos para obtener bendición en diversas áreas.

Los fenómenos celestes o naturales tienen efectos diversos en los seres humanos, el asombro y reflexión es inevitable; los escépticos y educados hacen énfasis en interpretar y comprender las leyes que los rigen, conocer los procesos lógicos y su composición permitirá aprovecharlos y así mejorar la vida sobre el planeta hogar que nos alberga como inquilinos.

Por razones personales extremas tuve que emigrar con mi familia a los Estados Unidos de América. En el lugar donde temporalmente es mi hogar cayó la primer nevada del año, con mi familia disfrutamos ver caer el manto blanco, yo era el único que no había presenciado el fenómeno, a pesar de conocer teóricamente el cómo y porqué de la nieve, lo disfruté con asombro, reflexión, alegría y sencillez, muy agradecido por agregar una nueva experiencia, un evento espectacular.

Actualmente mis hijos son adultos jóvenes, nos disfrutamos como familia, reímos bastante, las comidas son momentos de máxima alegría, alimentarnos es la excusa. Desde su niñez he cultivado en ellos el asombro, la imaginación, la fantasía, la emoción de la incertidumbre. Disfrutamos juntos de los estrenos más importantes del cine. En el estreno de la película de Pixar, Toy Story, vi un avance en una tienda por departamentos en Guatemala, mis lágrimas asomaron al anticipar la emoción que experimentarían mis pequeños hijos con dicha historia y la espectacular calidad de la imagen de dibujos animados por computadora, por supuesto compré el VHS, esa noche fue especial en mi hogar.

Aún pequeños mis hijos en un viaje hacia el Gran Cañón, en Arizona USA, entre planicies y montañas, en el claro de un bosque pasamos por un campo cubierto totalmente de nieve, con venados a cierta distancia, nos detuvimos y los niños corrieron y rodaron sobre la nieve, mi esposa y yo disfrutamos verlos felices, tomé algunas fotos, quería inmortalizar el momento, hoy cuando lo recordamos sus rostros se iluminan. Esos momentos felices parecen navidades anticipadas.

La celebración de la Navidad es un evento único, como el solsticio de invierno o ver nevar por primera, vez produce un efecto sobrecogedor, en la cultura cristiana tiene un significado especial, es la máxima celebración del Amor. Jesús de Nazaret para algunos es solo un hecho histórico de referencia en el calendario actual, para otros un gran maestro místico, un líder ó un loco revelador de una nueva filosofía de solidaridad con el prójimo, alguien sin auto estima que decidió entregar su vida por otros, según él, hacer un sacrificio por la salvación eterna de personas que no conocía y que no lo merecían, sin representar sus valores, según la narrativa bíblica sí lo era. Para otro Jesús, el de la Navidad, es el que de forma misteriosa e inexplicable, sin conexión lógica transforma vidas, trae paz y alegría que sobrepasa todo entendimiento, que otorga tal gozo y significado que esa vida no podrá ser igual en adelante.

Esta época en particular conforme se acerca el día de la navidad, sin discurrir en la polémica fecha o aspectos teológicos, en mis años de consciencia he observado el cambio en el comportamiento de la mayoría, rasgos nobles sobresalen, la cortesía y amabilidad es moneda corriente, sonrisas espontáneas, buenos deseos, actos solidarios son posibles, es época de treguas históricas, los corazones se encienden de alegría con viejos amigos y parientes lejanos, una particular disposición a compartir nuestra mesa y el calor del hogar, se tienden puentes ante la desconfianza, se abre la posibilidad de un periodo más solidario, la necesidad de un cambio se revela en el interior.

Amigos de toda la vida, amigos virtuales, aprovecho la celebración de la Natividad de Jesús para expresarles mi profundo agradecimiento por darme la confianza de existir en sus mentes y en algunos corazones, por permitirme este tiempo en compartir alguna nota de humor, de seriedad, solidaridad, de asombro, indignación, opinión. Muchas gracias por estar presentes en mi vida y crecer cada vez con su contribución. Deseo que cada día sea bueno para mí y ustedes. Deseo que el año 2011 sea de bendición. Con profundo respeto deseo que la Natividad de Jesús produzca un milagro en cada uno, incluyéndome yo.

Por Edwin A. Méndez Lara.


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