sábado, 20 de diciembre de 2008

De policías y ladrones.

Hoy hace una semana, mi esposa y mi hijo Iván, fueron a hacer unas compras al mercado peatonal en la colonia Centroamérica de la ciudad de Guatemala, lugar que ha sido normalmente tranquilo, familiar, sin vigilancia de la policía…

Ese día, como algo inusual, estaban dos policías de la nacional civil aparentemente vigilando y protegiendo a los compradores, normalmente amas de casa. Conforme mi esposa e hijo iniciaron el recorrido los dos policías avanzaban al mismo ritmo a corta distancia, cuando ellos se detenían los policías también, mi esposa e hijo bromearon entre si diciendo que tenían seguridad especial por el sospechoso acompañamiento, eventualmente uno de ellos hablaba por celular. Veinte minutos más tarde empezaron a regresar al auto y los policías hicieron la última llamada y como por arte de magia desaparecieron.

Al llegar al auto mi hijo se sorprendió que las luces de emergencia estaban encendidas, pensando por un momento que quizá si advertir las había dejado encendidas, cuando intentó abrir la puerta se percata que estaba sin llave pensando lo peor, cuando abre se dio cuenta que habían robado el radio y las bocinas.

Ahora comprendieron la complicidad de los policías en el robo, en el recorrido por el mercado peatonal los vigilaban para proteger a los criminales que necesitaban toda la tranquilidad para cometer su fechoría.

Desde hace mucho tiempo cuando veo policías cerca, lejos de sentirme protegido me siento amenazado, qué autoridades tenemos los guatemaltecos?

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