viernes, 10 de octubre de 2008

Guate, paisito de mierda?


Hace unas semanas en un momento de frustración, amargura, negación, impotencia grité ensimismado –Guatemala paisito de mierda¡ y me desahogué escribiendo en mi blog al respecto.

Ayer con mi amigo Aroldo íbamos hacia la reunión semanal de aspirantes a estudiosos de la filosofía objetivista con lectura de la autora Ayn Rand, exclamé –Guatemala paisito de mierda, mi amigo reaccionó muy sensible en contra de mi afirmación por el hecho de generalizar, a lo cual traté de explicarle de ese lujo mío por el nivel de comunicación que tenemos, que no necesitaba extenderme en explicaciones pues ya habíamos tratado el tema con anterioridad fracasé en el intento pues percibí su malestar el resto de la tarde.

En el artículo anterior referente al tema hacía crítica a los gobernantes de turno y toda la basura de la gestión respectiva, si no basta con hojear los periódicos y contaminarnos de tanta porquería mediática. Pero qué con respecto de nosotros los individuos?

Qué me hace refunfuñar casi a diario de la mediocridad de muchos, pero muchos guatemaltecos? A menudo casi me contagio. Permítanme desahogarme.

Me da rabia ver cuanto desgraciado se saca “la paloma” y se pone a “miar” en cualquier lugar público. Ejemplos abundan, un bus urbano abusivamente se detuvo en el entronque Rooselvet / periférico con toda el desprecio a cualquiera a su alrededor, en hora pico, el ayudante se puso a orinar mostrando el pene sin el mínimo pudor.

Cuando conduzco soy muy cortés, pero cuando necesito cambiar de carril por la proximidad de cambiar el curso, casi por regla general el conductor próximo acelera para estrechar y no dejarme pasar cual batalla a muerte, acción salpicada de una profunda agresividad y desprecio al gesto civilizado de cortesía.

Me da rabia ver como conductores lanzan basura de sus vehículos.

Me da rabia ver tantos basureros clandestinos.

Me da rabia como el desprecio a los demás se evidencia, cualquier mínimo contratiempo en el tránsito convierten una calle de dos carriles en uno de cinco provocando caos. Muestra de estupidez tercermundista.

Me da rabia ver como policías nacionales en sus radio patrullas acosan mujeres envileciendo su cargo.

Me da rabia la prepotencia de los conductores de buses urbanos cuando se detienen en lugares no autorizados y hasta obstruyen por completo las calles sin importarles los bocinazos y mentadas de madre como protesta al resto de conductores.

Me da rabia cuando policías de Emetra interfieren, sustituyendo la labor de los semáforos, creando caos al interferir la coordinación entre semáforos de las siguientes calles.

Me da rabia cuando las personas tiran basura en las calles.

Me da rabia que los delincuentes hacen lo que les da la gana a buen resguardo de la policía o policías delincuentes.

Me da rabia la mediocridad como cultura de mayoría de guatemaltecos, solo hago lo necesario. Mentes de conquistados.

Me da rabia que para la mediocridad tenemos cantidad de excusas o “racionalizamos” y culpamos al sistema cuando el fracaso fue nuestra irresponsabilidad y negligencia.

Me da rabia la pésima calidad de la obra pública y empresas mercantilistas que hacen menos con mucho, como asfaltos degradados, puentes precarios, cunetas nefastas, badenes a la mitad de su tamaño colapsando ala mínima cantidad de agua.

Me da rabia justificar el fracaso de los atletas olímpicos guatemaltecos con la excusa que mejoraron su marca tercermundista.

Me da rabia que un inspector de trabajo de Santa Rosa me acose por que no tengo “botiquín” en el área de trabajo, no obstante los salarios están por encima del “mínimo” y las condiciones físicas de trabajo son incomparablemente mejores que sus propios mediocres y sucios lugares de trabajo.

Me da rabia tanta mediocridad, irresponsabilidad, deshonestidad, incompetencia, indolencia, haraganería del grueso de trabajadores guatemaltecos que desperdician tanto recurso.

Me da rabia criticar pero lucho por la excelencia individual.

Así continuaría llenando este valioso espacio con premisas que demuestren de la pertenencia tercermundista de mi país, al mismo tiempo no puedo dejar de lado las raras excepciones de heroísmo, excelencia, ejemplares de individuos que se esfuerzan por alejarse de los mediocres. También puedo muy románticamente decir que la mayoría son muy buenos, con lo que no estoy de acuerdo pues el resultado es la realidad.

3 comentarios:

elultimodepaz dijo...

Un mi amigo tiene la suerte de tener 5 empleados muy buenos, con sus defectos, seguro, pero muy buenos. Es lo que he sabido por boca de él mismo.
Este mi amigo se reúne con gente muy interesante todos los jueves. Es tan buena la gente que encuentra en esa reunión que no se permite el lujo de faltar.
Mi amigo, ha logrado establecer contacto con una red de proveedores con los que ha cimentado una buena relación y ya formó una red de negocios productiva.
Mi amigo tiene una familia muy bonita y siempre me cuenta de lo orgulloso que se siente de ella y de sus logros como familia.
Mi amigo estudió en una universidad hasta obtener el grado de maestría. Si bien se queja de algunos maestros mediocres, abundan en su boca las alabanzas hacia la mayoría de ellos.
Este mi amigo está muy orgulloso de un su nieto, de la educación que recibe su nieto en un colegio que no se cansa de alabar.
En una oportunidad le presenté a un vecino y se sintió impactado por la calidad de persona que se percibía, a priori.
Hemos tenido la suerte de conocer a muchas personas valiosas e interesantes que nos han enseñado muchísimas cosas, a quienes admiramos.
Este mi amigo vive en Guatemala y el es una de las muchas razones por las que me niego a aceptar que vivimos en un país de mierda.
Acepto que tenemos políticos de mierda, pero no es posible esperar lo contrario. El concepto de político honrado es una contradicción. Pero que a partir de unas mentes simples juzguemos a todo un país, hay un gran trecho.

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

Gracias, mi busqueda individual de la excelencia.

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

"Así continuaría llenando este valioso espacio con premisas que demuestren de la pertenencia tercermundista de mi país, al mismo tiempo no puedo dejar de lado las raras excepciones de heroísmo, excelencia, ejemplares de individuos que se esfuerzan por alejarse de los mediocres."