domingo, 17 de marzo de 2013

Intelectualmente honesto, ligereza, pedófilos, sexualidad, libertad, valores, realidad, razón.


Hace unos días compartí una foto que circuló en facebook, -“share”- con acusaciones a cardenales de supuestas faltas y  delitos, la foto de arriba. Una persona apreciada por mí se sintió particularmente ofendida debido a su fe católica, no obstante mi comentario fue hecho sin generalizaciones, con la salvedad respectiva de todas las excepciones que seres humanos inocentes pueden merecer. Traté de explicarle, con particular afecto, mi opinión, parecer que su armadura resistió todo argumento.
     El tema me dio vueltas en la cabeza un par de días hasta que decidí escribirlo como alguna forma de ordenar mis premisas y ejercitar en el campo conceptual. Empezando me di cuenta de la ligereza con que republiqué la foto con varios supuestos no probados: supuestos cardenales, supuesta historia, supuestas acusaciones; supuestos porque arbitrariamente decidí que todo lo plasmado allí era una verdad que no admitía la menor prueba de error, me di cuenta que falté a una de mis premisas importantes antes de admitir algo, es corroborar al máximo la fuente para luego someterla a pruebas de la realidad para evaluar su cercanía a la veracidad o falsedad, en el marco de mis herramientas disponibles y mi capacidad racional, reconocí que metí la pata, que debía de ser intelectualmente honesto.
     Con relación a las acusaciones allí vertidas –en la foto- no tengo la menor evidencia que sea verdad, pido disculpa por ello. Afortunadamente pocos me leen.
     Los seres humanos adultos tienen libertad de actuar entre ellos como les venga en gana –religiosos y laicos -  siempre y cuando respeten el marco de convivencia pacífica y los derechos de los demás; concretamente en el campo de la sexualidad nada cambia, el derecho individual de actuar en un ambiente de libertad y respeto, su práctica y preferencia, según valores individuales –heterosexualidad, homosexualidad, prostitución, etc.- tendrán que cumplir con ciertos acuerdos básicos de convivencia para que esa acción sea pacífica y/o de mutuo acuerdo, sin mediar el engaño, la fuerza o amenaza de hacer uso de la fuerza, de la satisfacción mutua se encargarán ellos.
     No obstante, arena de otra playa, son las acusaciones concretas que han provocado escándalo mundial, sobre algunos miembros del vaticano, de supuestas víctimas ante sus supuestos abusadores, unos enfrentado juicios, confrontados ante los medios http://crimenesdelvaticano.blogspot.com/2011/03/telemundo-presenta-el-mundo-oscuro-de.html , algunos han llegados a arreglos monetarios, otros exigen además disculpas públicas, otros no se quieren conformar con menos que el castigo de la ley.
     Hacer apología de pedófilos, porque se trata de miembros de una organización que sigo o admiro, la que sea,  equivale a padecer adormecimiento peligroso de la moral, falseamiento de la realidad que, ante otro escenario y diferentes actores el resorte moral selectivo se activaría convirtiéndolos en acusadores automáticos. El tema de la pedofilia perse es reprobable, estamos hablando de menores abusados por mayores y/o adultos  que están en posición de control y poder sobre ellos. http://www.guiainfantil.com/educacion/temasespeciales/abusosexual/abusosexual.htm
     La razón, el pensamiento, es el único medio de supervivencia que posee el ser humano ante la realidad. Cada individuo se guía por una serie de valores que regulan la escogencia de sus acciones –lo sepa o no- que determinaran el curso de su vida, le marcan el camino de lo correcto o incorrecto. La ética como herramienta, como ciencia, le ayudará a descubrir y definir un código. La diferencia vital cae en la pregunta: ¿Necesita el hombre –el ser humano- un código de valores, porqué? ¿Qué código de valores? ¿Racional? ¿Irracional?  Ser racional es hacer uso correcto de la razón, es un asunto de escogencia. El valor supremo de todo hombre es su vida propia. La vida es el estándar. ¿Cómo se que soy racional? Cuando escojo esas acciones exitosas ¿mejoran mi vida? Caso contrario ¿puedo escoger valores irracionales? ¿Uso incorrecto de la razón? ¿Cómo lo sé? Ser irracional lo puedo comparar con un animal suicida, cuyas acciones escogidas lo alejan cada vez más de la vida y el bienestar, lo alejan del éxito de la vida, lo acercan a la muerte.
     Nuestras acciones nos expondrán ante la implacable realidad, tarde o temprano sabremos si usamos adecuadamente la razón, si el código de valores fue el correcto o no.




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