La guerrilla marxista guatemalteca estuvo a punto de tomar el país, algo ocurrió.
No perdonan al General José Efraín Ríos
Mont, el hombre que los derrotó y, con ello se esfumaron los sueños húmedos del
privilegio del poder.
Con la excusa de justicia alimentan su odio, buscan el
“ideal” perdido que los “reivindique”, con mucha paciencia han llevado su voz a “oenegeros”
internacionales de izquierda en busca de apoyo.
La democracia para ellos ya no es opción, ha sido un
rotundo fracaso, los votantes una y otra vez han dicho “NO! NO! Y NO!”.
“Justicia!” gritan, la de "sus" víctimas; sus crímenes no cuentan, son supuestos, los escudos humanos no fue cobardía, fue estrategia, el fin justifica los medios, fue por bien del pueblo, el bien general prevalece sobre el particular -el bien general era el de los dirigentes- su sangre -la de los inocentes- semillas necesarias de la revolución, la lucha en contra de "la explotación del hombre por el hombre".
El debido proceso se torció; es un golpe definitivo para la credibilidad del sistema de justicia guatemalteco, ¿Quién cree en la justicia en Guatemala? ¿Será el regreso a la violencia política? ¿Acaso será abrir la caja de pandora?
El debido proceso se torció; es un golpe definitivo para la credibilidad del sistema de justicia guatemalteco, ¿Quién cree en la justicia en Guatemala? ¿Será el regreso a la violencia política? ¿Acaso será abrir la caja de pandora?
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